Certificados de eficiencia energética
El certificado incluye una calificación en forma de letra y una escala de colores, que va desde la categoría A (más eficiente) hasta la categoría G (menos eficiente). Además, proporciona datos técnicos sobre las características del edificio, como el tipo de aislamiento, los sistemas de climatización, la iluminación, entre otros, así como recomendaciones para mejorar su eficiencia energética.
El certificado de eficiencia energética tiene una validez de 10 años. Es requerido en diversas situaciones, como la venta o alquiler de una propiedad, la obtención de ayudas o subvenciones relacionadas con la eficiencia energética, o en casos de construcción o rehabilitación de edificios.
Debe exigirse que el técnico que lo redacte visite todas las viviendas, tomando datos de todos los elementos que componen la envolvente térmica (fachada, carpintería exterior, cubierta, etc.), así como de las instalaciones existentes (calefacción, aire acondicionado, agua caliente, etc.), evitando la inclusión de datos por defecto, por causa de falta de información, a la hora de realizar los cálculos, que generalmente suele dar como resultado una clasificación peor de la real, pudiendo suponer esto un perjuicio futuro, cuando el certificado obtenido se utilice para otros trámites, como por ejemplo la solicitud de una subvención para una obra, un alquiler o una venta de la vivienda.