Certificados de antigüedad

El contenido del certificado puede variar, pero generalmente incluye información básica como la dirección completa del inmueble, el nombre del propietario, la fecha de construcción, fecha de inscripción en la administración (Registro, Catastro, …), y cualquier otro dato relevante que pueda servir para acreditar la antigüedad de la vivienda (materiales utilizados, tipología constructiva empleada, fotografías, etc.).

El certificado de antigüedad de una vivienda puede ser utilizado en diversas situaciones, como la compraventa de propiedades, la solicitud de préstamos hipotecarios, la tramitación de herencias, la obtención de permisos de construcción o reformas, entre otros. Este certificado puede ser solicitado por parte de los compradores, las entidades financieras, Notarios o cualquier otra parte involucrada en transacciones o trámites relacionados con la vivienda. Siendo el caso más habitual, cuando se solicita a un Notario la declaración de obra nueva, en aquellas viviendas antiguas que carecen de inscripción en el Registro de la Propiedad.

Es importante tener en cuenta que el certificado de antigüedad no proporciona información detallada sobre el estado actual de la vivienda ni sobre posibles problemas estructurales o de conservación. Su objetivo principal es establecer la fecha de construcción, permitiendo determinar la antigüedad del inmueble a efectos legales y administrativos.